Por Syed Zafar Mehdi
Comenzó la semana pasada con el avance diplomático de gran éxito en la capital china entre Teherán y Riad, que fue un rayo proverbial para los halcones belicistas y agitadores en Tel Aviv y Washington.
El tan esperado acercamiento entre los dos archirrivales regionales, después de dos años de maratónicas conversaciones intermitentes e intermediadas por Irak y Omán, señala un cambio de paradigma en la dinámica de poder del Golfo Pérsico y una llamada de atención para Occidente.
Las conversaciones para aliviar la tensión entre Irán y Arabia Saudí comenzaron en abril de 2021 y cobraron impulso gradualmente después de que el gabinete liderado por Raisi asumiera el cargo ese mismo año. El papel de Irak, así como el de Omán, fue fundamental para ayudar a los dos vecinos distanciados a enterrar el hacha.
La tarea del máximo funcionario de seguridad de Irán, Ali Shamjani, en Pekín servía para cruzar la línea de meta. Tras varios días de intensas negociaciones con su homólogo saudí, los dos países acordaron restablecer los lazos diplomáticos y reabrir las misiones diplomáticas, un anuncio que ha sido muy bien recibido.
Sin embargo, la noticia asestó un duro golpe al proyecto del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de continuar con las llamadas “normalizaciones”, desestabilizar la región y formar una alianza regional contra Irán.
Los dos países rompieron sus lazos en enero de 2016 después de que manifestantes enojados irrumpieran en la embajada saudí en Teherán por la ejecución del destacado clérigo chií saudí sheij Nimr Baqir al-Nimr.
Sheij Al-Nimr, que pertenecía a la aldea Al-Awamiya dominada por los chiíes en la región de Al-Qatif en Arabia Saudí, era un firme defensor de los derechos humanos y un crítico abierto del historial de derechos del establecimiento saudí.
En la ronda final de conversaciones para arreglar las cercas en Pekín la semana pasada, las dos partes discutieron la condición de la minoría chií perseguida en el reino árabe, así como la devastadora guerra en Yemen.
La declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudí y China dijo que el hielo diplomático se rompió gracias a los esfuerzos del presidente chino, Xi Jinping, “basados en el principio de buena vecindad”, así como el “deseo de los dos países de resolver las diferencias a través del diálogo y diplomacia”.
El acercamiento se produjo menos de un mes después de la histórica visita del presidente Raisi a China, la primera visita de Estado de un presidente iraní al país en dos décadas. Como afirmó Shamjani, la visita de gran relevancia del presidente preparó el terreno para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
La visita del presidente Raisi a Pekín se produjo a raíz de una disputa diplomática entre Irán y China por una controvertida declaración conjunta de China y el CCG (Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por países árabes ribereños del Golfo Pérsico) durante la visita de Xi a Riad en diciembre. El presidente iraní no solo aclaró las cosas con Pekín, sino que también dio un guiño al acuerdo de paz con Riad mediado por China.
Ahora se espera que los ministros de Asuntos Exteriores de Irán y Arabia Saudí se reúnan y discutan el intercambio de embajadores y la reactivación de las misiones diplomáticas, lo que probablemente sucederá dentro de dos meses.
El dúo tuvo una conversación fugaz en diciembre del año pasado, al margen de la Cumbre centrada en Bagdad (denominada Cumbre de Bagdad 2) en Amán (capital de Jordania), que marcó la pauta para reuniones más formales entre los dos principales diplomáticos.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Naser Kanani, dijo en su conferencia de prensa del lunes que ya se han hecho arreglos sobre el lugar y la fecha de la reunión, sin entrar en detalles específicos.
También insinuó la posibilidad de acuerdos similares con otros países de la región, incluidos Baréin y Jordania, y destacó que la distensión entre Teherán y Riad puede tener “consecuencias positivas” para la región.
Días después de cerrar el acuerdo de paz con Arabia Saudí en Pekín, Shamjani se dirigió el jueves a Abu Dabi para mantener conversaciones de alto nivel con altos funcionarios emiratíes con el objetivo de impulsar la cooperación bilateral.
Abu Dabi rebajó sus lazos con Teherán en enero de 2016, siguiendo los pasos de su aliado Riad, después de que la ejecución del shej Nimr provocara que manifestantes furiosos irrumpieran en la embajada saudí en Teherán.
En los últimos dos años, desde que el presidente Raisi asumió el cargo, los dos países mantuvieron conversaciones a varios niveles, lo que finalmente resultó en que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) enviaran su enviado a Teherán en agosto del año pasado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores emiratí en un comunicado en ese momento citó los “intereses comunes de los dos países y la región en general”.
Irán, como dijo el jueves el viceministro de Asuntos Exteriores, Ali Baqeri Kani, también está listo para enviar a su embajador a la capital emiratí en un futuro cercano, lo que estimulará formalmente las relaciones diplomáticas entre los dos vecinos
Shamjani, como implementador clave de la doctrina de seguridad nacional y regional del presidente Raisi, mantuvo amplias conversaciones con autoridades de los EAU, entre ellos su homólogo, el sheij Tahnoun bin Zayed Al Nahyan, el presidente del país, el sheij Muhamad bin Zayed Al Nahyan, y el premier, el sheij Muhamad bin Rashid Al Maktum.
En términos inequívocos, el principal funcionario de seguridad de Irán le dijo a su homólogo emiratí que “la cooperación y la convergencia deben reemplazar la divergencia y la hostilidad” en la región del Golfo Pérsico y que los “forasteros” no deben ser bienvenidos, en referencia a los estadounidenses e israelíes.
La prolongación de los “desafíos existentes”, afirmó, “no beneficia a ningún país de la región”, y pidió a los EAU y otros vecinos del Golfo Pérsico que eliminen la desconfianza y las diferencias.
La fructífera reunión con el sheij Tahnoun fue seguida por otra importante reunión con el presidente emiratí, el sheij Bin Zayed, en la que Shamjani volvió a pedir que se refuerce la cooperación bilateral y regional entre los dos países, especialmente tras el pleno restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Según los informes, la próxima parada del alto funcionario de seguridad iraní será Bagdad, donde se espera que sostenga conversaciones con altos funcionarios iraquíes sobre cómo abordar los desafíos de seguridad comunes.
En particular, la visita de Shamjani a Irak se produce días después de que el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, hiciera una visita no anunciada a Bagdad y proclamara la intención de Washington de mantener su amenazante presencia militar en el país árabe, a pesar de la feroz oposición de los grupos políticos y de resistencia iraquíes.
Irán ha pedido repetidamente la expulsión de las fuerzas estadounidenses de Irak y otros países de la región, culpándolos de llevar a cabo actividades militares desestabilizadoras y alimentar las tensiones entre los países de la región.
La presencia de grupos terroristas en la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, con el respaldo abierto y encubierto de estadounidenses e israelíes, también es algo que Irán ha condenado repetidamente.
El mes pasado, Nour News, que está cerca del principal organismo de seguridad de Irán que encabeza Shamjani, dijo en un informe que los grupos terroristas escondidos en el Kurdistán iraquí estaban detrás de un ataque fallido contra una instalación militar en Isfahán.
Algunos medios de comunicación israelíes y occidentales vincularon el ataque con el régimen israelí, lo que demuestra que las autoridades kurdas han permitido que los agentes del régimen se establezcan en la región a pesar de las advertencias de Irán.
Los exitosos viajes de Shamjani a China y los Emiratos Árabes Unidos y la próxima visita a Irak han puesto nerviosos a los enemigos de Irán, ya que temen que resulte ser un “cambio de juego” en la región.
En reacción a esto, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán dijo en un tuit el viernes que las visitas del alto funcionario de seguridad se llevan a cabo “dentro del marco de las relaciones de seguridad existentes” y “no son un fenómeno nuevo”.
“Todo está en el marco del sistema y bajo la supervisión del presidente. Hay coordinación. Que los enemigos lo sepan: no hay diferencia”, aseveró, señalando la estrecha coordinación entre ellos para reforzar la cooperación diplomática y de seguridad con los países vecinos.
Texto recogido del artículo en inglés escrito por Syed Zafar Mehdi, publicado en Press TV.
Syed Zafar Mehdi es un periodista, comentarista político y autor radicado en Teherán. Ha trabajado durante 13 años como periodista en La India, Afganistán, Pakistán y Asia Occidental para diarios destacados de todo el mundo.