Los participantes en la marcha, celebrada el viernes en Ankara, capital turca, gritaban también consignas como “muerte a Israel”, “muerte a Estados Unidos”, mientras portaban fotografías del comandante de la Fuerza Quds de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, quien cayó mártir en un ataque terrorista perpetrado por EE.UU. en Irak, en enero de 2020.
Asimismo, con banderas en alto del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y el movimiento popular Ansarolá de Yemen, los manifestantes coreaban las frases “saludos a Hezbolá” y “saludos a la Resistencia”.
El presidente del régimen de Israel, Isaac Herzog, viajó el miércoles a Turquía en medio de masivas protestas populares en diversos puntos del territorio turco. Esa misma jornada, los manifestantes prendieron fuego a la bandera israelí en Estambul como muestra de condena a la visita del mandatario israelí y de apoyo a los palestinos.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, decidió normalizar las relaciones con el régimen de Tel Aviv después de que sus lazos se deterioraran por la causa palestina y tras el sangriento asalto protagonizado en mayo de 2010 por soldados israelíes contra la ‘Flotilla de la Libertad’, un convoy humanitario turco que viajaba rumbo a la Franja de Gaza para romper el asedio israelí y entregar ayuda. En el suceso, 10 activistas turcos perdieron la vida y más de 30 personas resultaron heridas.
En 2007, un viaje del expresidente israelí Shimon Peres y el presidente de la Autoridad Nacional de Palestina (ANP), Mahmud Abás, a Turquía resultó en el fortalecimiento de los nexos bilaterales; no obstante, dos años después, en foro de Davos, en Suiza, Erdogan tachó de asesino a Peres por los crímenes cometidos contra el pueblo palestino.
La nueva postura de Erdogan ha sido criticada por muchos, principalmente en los países islámicos, donde lamentan que la hipocresía del mandatario turco insulta la causa palestina.
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