Mientras que se registran cifras récord en los flujos de migrantes que atraviesan el territorio mexicano para llegar a Estados Unidos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó una vez más, su rechazo a construir un muro en la frontera como una solución a la crisis migratoria. Exigió atender el tema desde el fondo.
El mandatario mexicano determinó como fin electoralista, la idea de construir muros en lugar de puentes de amistad y reiteró que la barrera limítrofe es una medida publicitaria, donde los políticos estadounidenses, sin importar el partido al que pertenezcan, buscan obtener votos aprovechándose de la crisis migratoria.
Para concluir, AMLO denunció que responsabilizar a los migrantes de males como el ingreso de droga a territorio estadounidense, no tendrá resultados positivos para aquellos políticos que quieran culpar a México de la situación migratoria.
Las declaraciones del presidente mexicano llegan mientras que el 4 de octubre pasado, el Departamento de Seguridad Interior estadounidense derogó 26 leyes federales en el sur de Texas. Con ello, Washington puede construir cerca de 32 kilómetros de muro en la frontera con México.
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