En La India, la cifra de contagios por COVID-19 sigue aumentando y cada día más personas pierden la vida. Según datos oficiales del Ministerio de Salud, desde el inicio de la pandemia, este país de más de 1 300 millones de habitantes ha tenido más de 400 mil trescientos decesos, lo que lo ha convertido en el tercero del mundo en superar esta barrera, por detrás de Estados Unidos y Brasil.
Pese a la magnitud de las cifras, muchos expertos dicen que se trata de números inexactos. Estiman que La India puede haber subestimado significativamente las muertes y el número real podría haber llegado a un millón o incluso más, especialmente, tras el virulento aumento de casos en abril y mayo.
Esta oleada se atribuye a la variante más contagiosa Delta, que infecta a cientos de miles personas diariamente, y al exceso de confianza del gobierno de Narendra Modi, después de anunciar que el país había superado la pandemia en enero.
Los funcionarios del Gobierno y los expertos advirtieron que se avecina una tercera ola por la presencia de una nueva variante, localmente llamada Delta Plus.
Por otra parte, la campaña de vacunación avanza lentamente en este gigantesco país. Menos del 5 por ciento de su población está completamente vacunada.
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