• El canciller de Rusia, Serguei Lavrov.
Publicada: miércoles, 26 de agosto de 2015 7:27

El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, afirma que el plan estadounidense de dividir Irak nunca fue aceptado por Moscú, y que es el propio pueblo iraquí quien debe definir el futuro de su país.

"Nunca adoptaremos una postura expuesta sin reparo por el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, quien directamente propuso dividir Irak en zonas suní, chií y dar a los kurdos lo que ellos quieran", sostuvo Lavrov el martes.

Nunca adoptaremos una postura  expuesta sin reparo por el vicepresidente de EE.UU, Joe Biden, quien directamente propuso dividir Irak en zonas suní, chií y dar a los kurdos lo que ellos quieran", resalta el canciller de Rusia, Serguei Lavrov.

De igual manera, calificó las declaraciones de Biden de “altamente irresponsables e inaceptables"; pues, explicó, un extranjero desde fuera está dictando a los iraquíes sobre lo que ellos deberían hacer con su país.

Del mismo modo, consideró irrazonable decir a las diferentes ramas religiosas iraquíes que deben desplazarse a zonas distintas puesto que se trata de una "ingeniería social" y una “manipulación en la estructura social del Estado” que a su vez, es plenamente absoluto.

"Creemos que los iraquíes - chiíes, suníes y kurdos - deben decidir por su cuenta su futuro", agregó el jefe de la Diplomacia rusa.

Joe Biden, el vicepresidente estadounidense.

 

En unas declaraciones similares, el canciller ruso anteriormente había rechazado tajantemente ese plan y había advertido de las consecuencias que podría llevar para la región de Oriente Medio, las cuales afectarían también la situación en Yemen y en otros países vecinos.

En 2007, el Senado de EE.UU. votó un plan, presentado por Joe Biden, para dividir Irak en distintos estados étnicos, presentado como la solución para terminar la guerra y poder retirar las tropas estadounidenses, que ocupan el país y explotan sus recursos desde la invasión de 2003.

Para ello, la Comisión de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes de EE.UU. presentó el 27 de abril un proyecto de ley que autorice el apoyo estadounidense a las fuerzas armadas suníes y kurdas de Irak, e interactuar con las regiones en las que se actúa como Estados soberanos.

Sin embargo, esta iniciativa estadounidense siempre ha recibido duras críticas por parte de varios países de la zona, particularmente por las autoridades iraquíes.

El pasado mes de mayo, el ministro del Interior de Irak, Mohamad Salem al-Ghabban, durante un encuentro con Stuart Jones, el embajador estadounidense en Bagdad, la capital, condenó la medida de Washington de entregar ayuda armamentística tanto a la región semiautónoma del Kurdistán iraquí como a las regiones de mayoría suní sin el consentimiento del Gobierno central.

En este mismo contexto, el Parlamento iraquí ordenó a cuatro de sus comisiones estudiar el plan de la Cámara de Representantes de EE.UU. con el fin de aprobar una resolución que impida a Washington ejecutar su programa.

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