El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en un hecho insólito, viajó la mañana del sábado a Irak, en una visita sorpresa. Pero no llegó a Bagdad, la capital iraquí, sino que viajó directamente a la base aérea estadounidense de Ain Al-Asad en la provincia iraquí de Al-Anbar (oeste), y después se dirigió a la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí.
Según los medios locales, Pence pidió a Abdul-Mahdi realizar una reunión bilateral en la base aérea de Ain Al-Asad, algo que fue rechazado por el titular iraquí. Sin embargo, sí tuvieron una comunicación telefónica.
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De otro lado, el ex primer ministro iraquí Haidar al-Abadi criticó la visita no anunciada de Pence, y declaró que esta medida es una violación flagrante de la soberanía del país árabe. “La capital de Irak es Bagdad, no Erbil”, subrayó Al-Abadi.
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El ex primer ministro iraquí consideró la visita de Pence como una falta de respeto y desconocimiento al ignorar que la administración central está en la capital Bagdad y dijo que, si los estadounidenses no quieren reunirse con funcionarios iraquíes, es mejor que cancelen el viaje de Pence.
Esta visita no anunciada se produce a menos de un año después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, hiciera lo mismo y arribara a la base militar estadounidense en Irak, sin saludar a las autoridades iraquíes.
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En aquella ocasión, Trump también pidió a los funcionarios del Gobierno de Irak realizar una reunión con ellos en Ain Al-Asad, pero su solicitud también fue rechazada.
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