Según el mandatario, esta nueva decisión se ha tomado en el marco de la lucha frontal del país centroamericano contra el narcotráfico. Las Fuerzas Armadas de Honduras iniciaron en febrero la “operación Morazán”, para erradicar de la capital y su periferia a pandillas y narcotraficantes.
“Nadie está por encima de la ley”, ha afirmado hoy viernes en un mensaje de radio y televisión el presidente hondureño, cuyo propio hermano está vinculado con el contrabando de estupefacientes.
Nadie está por encima de la ley” , afirma el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, al referirse a la lucha frontal del país centroamericano contra el narcotráfico.
Hernández ha hecho este anuncio después de que el exlíder del cártel hondureño Los Cachiros Devis Leonel Rivera Madariaga acusara al expresidente Porfirio Lobo (2010-2014) de vínculos con el narcotráfico en una declaración ante un tribunal de Nueva York (EE.UU.).
Rivera involucró además al actual ministro de Seguridad, Julián Pacheco, a dos diputados, Oscar y Fredy Nájera, al alcalde de Tocóa (noreste), Adán Fúnez, y a la acaudalada familia Facussé.
Rivera declaró ente la juez Lorna Schofield que sus supuestos contactos con los Lobo ayudaron al cártel a recibir toneladas de cocaína en Honduras, uno de los países con la mayor tasa de homicidios del mundo.
Todas estas personas rechazaron las acusaciones en su contra, si bien el exlíder de los Cachiros asegura que tiene fotos y vídeos como pruebas de sus denuncias. Además confesó haber asesinado a 78 personas en la guerra del narcotráfico.
Cabe mencionar que, en mayo de 2016, el hijo del expresidente Lobo, Fabio, se declaró culpable de tráfico de cocaína a EE.UU. entre 2009 y 2014, justamente en los años en que su padre era el jefe del Estado hondureño.
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