Los “chalecos amarillos” franceses por trigésima cuarta semana consecutiva han vuelto a salir a las calles de Francia. En París (capital) desfilaron para reclamar más justicia.
Los manifestantes pidieron al Gobierno medidas concretas que palien rápidamente la precariedad de millones de franceses.
También exigieron la limitación de los alquileres para las familias más pobres, una reducción de precios sobre los productos de primera necesidad, una subida de las ayudas para las personas minusválidas y para los pensionistas que están por debajo del umbral de la pobreza.
Los “chalecos amarillos” exigen que los más ricos, los industriales, banqueros y políticos den el ejemplo. Por ello la supresión de las ventajas fiscales para las grandes fortunas, la disminución del número de parlamentarios y la limitación de sus salarios son medidas necesarias. Piden el final de la impunidad fiscal y judicial de la que dicen se benefician.
El Gobierno de Emmanuel Macron no logra convencer con su política. No convence a los “chalecos amarillos” que siguen manifestándose, ni a la mayoría de los franceses, que según una encuesta del instituto Elabe, piensan en un 65 % que su política es solo beneficiosa para los más ricos.
Juan José Dorado, París.
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