Los Campos Elíseos, en París (la capital de Francia), ocupados por los “chalecos amarillos” por decimotercer sábado consecutivo. El movimiento social no cede y miles de personas desafían al Gobierno de Emmanuel Macron.
Pese a la represión policial, los “chalecos amarillos” piden más justicia social y económica, más democracia y menos desigualdades.
Los manifestantes lamentan que Macron no haya oído sus quejas, que no haya aprovechado la oportunidad para combatir las desigualdades, reducir la fractura territorial, tejer el lazo social y dar vida a la democracia.
Pero cuando Francia se prepara para las elecciones europeas del 26 de mayo, hay manifestantes que rechazan una Europa que dicen está más preocupada por los dividendos que por el bienestar social.
Lo que el gobierno sigue sin querer entender en el movimiento de los “chalecos amarillos” es que la fractura en la sociedad es profunda y esa realidad ha quedado plasmada en un sondeo del instituto Ipsos en el que el 55 % de los franceses piensa que en Francia hay más cosas que separan a los ciudadanos que las que les unen.
El capítulo 13 de manifestaciones con más de 50 000 personas en las calles ha conocido de nuevo la violencia. Heridos graves, detenidos, mobiliario urbano destrozado, agencias bancarias fracturas y vehículos incendiados han acompañado los enfrentamientos entre policía y manifestantes.
Juan José Dorado, París.
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