La delegación italiana, compuesta por parlamentarios, activistas, académicos y periodistas, se congregó el domingo frente al paso fronterizo de Rafah, a las puertas de Gaza, para pedir al gobierno de la primera ministra de su país, Giorgia Meloni, y a Europa que no sean cómplices de lo que está sucediendo: la masacre y el hambre de civiles inocentes, en el enclave palestino.
Entre los manifestantes había 11 miembros del Parlamento italiano y tres eurodiputados, quienes solicitaron acceso humanitario al enclave costero y un embargo de armas al régimen israelí, colocando juguetes en el suelo en solidaridad con los niños gazatíes.




kmd/ncl/tmv