Los bomberos trabajan arduamente para poder controlar el incendio forestal en el sur de Francia, particularmente en Gironda, donde las llamas arrasaron más de 15 000 hectáreas de bosques desde que se inició el pasado 12 de julio debido a las altas temperaturas que reinan estos días en toda Europa.
En la ciudad de Nantes, la gente trata de refrescarse con el agua de las fuentes, ya que la temperatura supera los 42 grados. En el lado occidental de Francia unos 15 departamentos están en alerta roja.
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