En medio de la segunda ola letal de la pandemia de coronavirus en Perú, cientos de ciudadanos han empezado a dormir en la calle durante al menos por unas 72 horas, en filas cargando cilindros de oxígeno del tamaño de un hombre, mientras sus seres queridos luchan por respirar en casa.
En el frío nocturno, se refugian en pequeñas carpas, debajo de mantas o láminas de cartón en las afueras de Criogas, una pequeña fábrica de oxígeno en la ciudad portuaria de El Callao, cerca de la capital Lima.
Hasta el momento, Perú con más de 33 millones de habitantes ha registrado 1 142 716 de contagios y 41 181 muertes desde marzo del año pasado, lo que ha provocado una crisis tan grave en este país latinoamericano.
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