Los ataques se llevaron a cabo con el pretexto de un presunto ataque químico denunciado una semana antes en la ciudad de Duma, en la región de Guta Oriental, y achacado al Gobierno sirio.
A su vez, el presidente sirio, Bashar al-Asad, ha rechazado las acusaciones y ha asegurado que la agresión de Washington, Londres y París aumentará la determinación del pueblo y el Gobierno de su país para impulsar la lucha contra los terroristas hasta lograr su derrota definitiva.
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