Todas las ciudades de Francia son escenario de masivas protestas contra el racismo y la violencia policiales, tras la muerte del adolescente Nahel, de 17 años, por un disparo de un agente en un control de tráfico en Nanterre, a las afueras de París, la capital.
ONU, preocupada por el uso desproporcionado de la fuerza contra manifestantes
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó el viernes a Francia a que “aborde seriamente los profundos problemas de racismo” de su policía tras el asesinato de Nahel, e indicó que debe investigarse rápidamente cualquier “uso desproporcionado de la fuerza”.
La Policía y agentes antimotines han detenido a más de un millar de manifestantes en cinco días consecutivos de protestas.
En lugar de escuchar los reclamos de los indignados, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha acusado a los manifestantes de “instrumentalizar” la muerte de Nahel y ha abogado por restringir las redes sociales para detener las protestas.
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