Durante las audiencias, que deben durar cuatro días en el alto tribunal situado en Países Bajos, la delegación de Irán, promotora de la demanda en julio pasado, abogará por la suspensión de las nuevas sanciones estadounidenses.
El representante de Irán ante el alto tribunal, Mohsen Mohebi, dijo a los jueces que Teherán se ha visto “obligado” a acudir a La Haya porque Washington se niega a resolver las diferencias entre ambos países “por vías diplomáticas”.
En mayo, el presidente estadounidense, Donald Trump, retiró unilateralmente a su país del acuerdo nuclear suscrito por Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, el Reino Unido, Rusia y China más Alemania), en el que la República Islámica se compromete a suspender su programa de energía nuclear a cambio de un progresiva eliminación de las sanciones injustas internacionales impuestas a Teherán por este caso.
Tras su salida del citado pacto, Estados Unidos desde entonces ha tratado de presionar a la República Islámica para introducir nuevos términos en el acuerdo, una posición que no solo es rechazada por Teherán, sino que por el resto de los firmantes del mismo.
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