En la capital de España, Madrid, miles de personas se reunieron en el Día del Trabajo Decente, bajo el lema "Alto a la codicia corporativa: no a los contratos basura, los bajos salarios y la precariedad", para protestar contra las condiciones laborales en su país.
En Bélgica, la protesta fue protagonizada por empleados del banco holandés ING, temerosos por los planes de la entidad para eliminar 7000 puestos de trabajo.
Finalmente, en Italia, miles de estudiantes marcharon en Roma (capital) y otras 70 ciudades por la precariedad en el sistema educativo de su país. Concretamente, una precariedad generada después de que el Gobierno del primer ministro Matteo Renzi, según los estudiantes, haya entregado la educación pública a empresas privadas.
Las marchas terminaron en enfrentamientos con la Policía cuando los estudiantes trataron de dirigir la protesta hacia el Parlamento italiano.
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