El director del FBI está intentando retractarse de lo que dijo, pero no tiene el valor de disculparse directamente".
"Esperamos escuchar la palabra 'perdón' de Estados Unidos", ha reiterado la portavoz del Gobierno de Polonia, Malgorzata Kidawa-Blonska, en declaraciones a los medios locales.
En un artículo escrito por Comey, publicado la semana pasada en el diario estadounidense 'Washington Post', este había considerado a Polonia como "cómplice" de la Alemania nazi en el caso del Holocausto, durante la Segunda Guerra Mundial.
"Los asesinos y sus cómplices de Alemania, Polonia, Hungría y muchos más, en su opinión, no hacían nada malo (…), se convencieron a sí mismos de que era lo correcto, lo que tenían que hacer", escribió Comey.
Estas afirmaciones del director del FBI provocaron la ira de las autoridades polacas, de ahí que su canciller, Grzegorz Schetyna, urgió a que EE.UU. ofreciera una disculpa al respecto en una protesta oficial de su embajada en Washington.

El Departamento de Estado de EE.UU. rechazó el lunes la intención de Comey de vincular a Polonia con los crímenes nazis; a la vez, este, por su parte, manifestó: "No dije que Polonia fuera responsable del Holocausto, aunque ojalá no hubiera mencionado a ningún país, porque eso ha distraído la atención de lo que quería decir".
Sin embrago, el pasado miércoles, y después de que Comey expresara su negativa de pedir perdón a los polacos, el ministro de Defensa, Tomasz Siemoniak, culpó a Comey de "falta de clase".
Además, el viceministro polaco de Asuntos Exteriores, Rafal Trzaskowski, ha precisado este jueves que "el director del FBI está intentando retractarse de lo que dijo, pero no tiene el valor de disculparse directamente".
En medio de la crisis en el continente europeo, es decir el conflicto ucraniano, este acontecimiento ha afectado las relaciones entre Polonia y Estados Unidos, consideradas como una de las mejores entre Washington y sus socios europeos.
No es la primera vez que se vive este tipo de incidentes con EE.UU. por declaraciones y alegatos sobre el país europeo; de hecho, en 2012, Polonia exigió disculpas a Estados Unidos después de que su presidente, Barack Obama, se refiriera a los "campos de concentración polacos" en lugar de a "los campos nazis".
En Polonia decir "campos de concentración polacos" es algo muy ofensivo, porque implica negar la responsabilidad de los nazis en el exterminio de los polacos durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial.
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