Fue hace 5 años, cuando Cataluña instaló las urnas para decidir si quería seguir como parte de España, o ser un estado independiente. Un referéndum ilegal, según Madrid, que se celebró entre cargas de la Policía y altercados en decenas de ciudades y pueblos catalanes. Y resultó en la aplicación del artículo 155, con el que el Gobierno central, tomó el poder de mano del gobierno secesionista. Miles de personas, recordaron, este sábado, los acontecimientos de aquel uno de octubre de 2017.
No se trata de un hecho solo para recordar el pasado, sino para insistir en la aspiración de miles de catalanes para el futuro: la celebración de otra consulta. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, aseguró que habrá otro referéndum, pero que esta vez, quiere que sea pactado con el Gobierno de Madrid.
Los manifestantes independentistas, sin embargo, no creen que la idea tenga éxito. Sostienen que el Gobierno central nunca dará su consentimiento para una consulta secesionista.
El presidente catalán ha sostenido que la autodeterminación es un derecho irrenunciable que deben ejercer. Pero, antes, los dos principales partidos independentistas, Ezquerra Republicana y Junts pel Sí, deben atender la crisis de confianza que se vive en el Gobierno regional.
mrz/rba
