• Militantes socialistas celebran en Madrid (capital) el triunfo electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), 28 de abril de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: domingo, 28 de abril de 2019 23:39

Las decimocuartas elecciones generales celebradas en España desde el franquismo dejan un Congreso de los Diputados aún más fragmentado que el de 2016.

Por segunda vez con la actual Constitución, las urnas han dejado en España una Cámara Baja en la que el partido más votado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez, con los 123 escaños de que dispone, dista 53 de la mayoría de los trescientos cincuenta.

Si en 2015 el Partido Popular (PP) ganó ya las elecciones con 123 diputados, en aquella ocasión fueron cuatro los partidos que obtuvieron resultados por encima del 10 %, sumando 295 escaños, mientras que en los comicios de este domingo las formaciones por encima de ese umbral han sido cinco (con un total de 305 sillones).

La fractura del bipartidismo que imperó en Madrid hasta 2011 —apoyado en momentos en distintos partidos regionales— se ha acrecentado con la irrupción en el panorama político del partido derechista Vox, que ha fraccionado el voto conservador en tres partidos, ocasionando en particular un grave descalabro del PP, que ha perdido más de la mitad de sus escaños (de 137 a 66).

El secretario general del partido verde, Javier Ortega Smith, ha anticipado con tono triunfal en su discurso posterior a la votación una estrategia centrada en presionar al PP y a Ciudadanos para obligarlos a “retratarse”, en particular en cuestiones como inmigración, feminismo y fiscalidad.

En el panorama creado, el PSOE podría teóricamente tratar de sumar sus 123 representantes a los 57 de Ciudadanos, presidido por Albert Rivera, para formar gobierno en primera instancia, si bien el partido naranja ha dicho que no pactaría con Pedro Sánchez. Este mismo domingo, Sánchez ha sido recibido por sus partidarios tras las elecciones al grito de “¡Con Rivera no! ¡Con Rivera no!”.

La segunda opción de los socialistas sería tratar de llegar a los 176 escaños en el Congreso recabando el apoyo de Unidas Podemos —que ha pasado de 45 a 35 escaños— y fuerzas aliadas. A esa suma, de 165, le faltarían 11 para llegar a la mayoría, que requeriría del apoyo de los nacionalistas conservadores vascos y varios partidos pequeños más.

De no superar Sánchez una primera votación de investidura, le bastaría con que en la segunda el número de diputados opuestos a su acceso a la Presidencia del Gobierno fuera inferior al de los partidarios.

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