Muchas discusiones y desconfianzas previas para llegar a esta imagen, saludo protocolario, encuentro entre los presidentes del Gobierno español y el catalán, Pedro Sánchez y Quim Torra, respectivamente, y en paralelo reunión de trabajo entre varios consejeros y ministros de ambos gobiernos.
La Generalitat ha buscado escenificar en todo momento una cumbre entre Estados distintos, pero La Moncloa lo ha rechazado y le ha negado la foto. No obstante, ambos ejecutivos han emitido un comunicado conjunto a favor del diálogo “efectivo”.
A pesar de las discrepancias sobre la autodeterminación, los dos gobiernos se han emplazado a otra reunión en enero y a perseverar en el diálogo. Mientras fuera del lugar, cientos de personas han protestado por la presencia de Pedro Sánchez en Barcelona, como preludio a las movilizaciones previstas por la celebración del Consejo de Ministros.
Como principales aliados del diálogo, tanto la Generalitat como del Estado cuentan con el espacio de los comunes que han pedido coraje a ambos para avanzar.
Ciudadanos, por su parte, con su discurso beligerante contra el independentismo, se ha querellado contra Torra de forma preventiva por alentar supuestamente la sedición de cara a posibles futuros disturbios.
La Policía de Cataluña, los Mossos d’Esquadra, ha avisado que el impedimento del próximo Consejo de Ministros en Barcelona puede comportar penas de prisión. Mientras, los presos políticos han insistido en no regalar escenas de violencia al Estado y los cuatro dirigentes que llevaban 2 semanas en huelga de hambre la han abandonado al considerar que ya han logrado remover conciencias.
Oriol Puig, Barcelona.
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