Torra ha exigido gestos para abrir una nueva etapa, en plena tensión social por los símbolos a favor de los presos políticos.
Torra ha asistido al Parlamento acompañado por primera vez por su nuevo Gobierno. Tras el levantamiento del 155 en Cataluña y a la espera de los próximos movimientos del presidente español, Pedro Sánchez, el líder catalán le ha instado a dialogar sin condiciones previas.
Sin renunciar oficialmente a la vía unilateral, Torra ha insistido en la liberación de los presos políticos y ha desgranado la estructura de su ejecutivo con 13 Departamentos. Su objetivo, desplegar la República.
El presidente se ha comprometido a revertir los efectos del 155 y ha anunciado una ronda de contactos con todos los partidos, también con sus hasta ahora socios de la plataforma asamblearia Candidaturas de Unidad Popular (CUP), muy críticos con la Generalitat por someterse al Estado.
La formación mayoritaria unionista, Ciudadanos, ha criticado el nuevo gabinete catalán y ha rechazado los lazos amarillos favorables a los presos políticos en espacios e instituciones públicas. Una polémica que ha generado tensión a nivel social en varios municipios y también entre los partidos.
La presentación del nuevo Gobierno de la Generalitat en la cámara ha coincidido con el anuncio del nuevo ejecutivo de Sánchez, tras la sustitución de Mariano Rajoy. El independentismo ha criticado la incorporación de nombres duros contra su movimiento, entre ellos el del también catalán, Josep Borrell, al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores, que interpretan como una voluntad de no apaciguar el conflicto y mantenerlo vivo.
Oriol Puig, Barcelona.
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