Más de 400 personas, entre ellos una decena de gremios de trabajadores, así como colectivos de estudiantes, médicos, académicos y artistas, participaron el viernes en una concentración solidaria con Palestina frente a las instalaciones de Chatham, en la ciudad británica de Rochester, de la empresa BAE Systems, un fabricante de armas que suministra componentes para los aviones militares israelíes que bombardean la Franja de Gaza.
“Dejen de armar a Israel”, “Este fabricante de armas es genocidio” y “Los contribuyentes tienen las manos manchadas de sangre”, se leían en algunas pancartas que portaban los manifestantes.
El lema de la protesta era ‘Trabajadores por una Palestina Libre’, y su objetivo era cerrar la fábrica “que proporciona componentes para aviones militares que actualmente utilizan las fuerzas israelíes en el bombardeo de Gaza”.
Los manifestantes también pidieron al Gobierno británico que ponga fin a su complicidad con los “crímenes de guerra” israelíes en la Franja de Gaza, y exija al régimen israelí que detenga los ataques sangrientos que han matado al menos 11 000 civiles palestinos en poco más de un mes.
Multitudinarias marchas de protesta se han realizado en las últimas semanas en diferentes ciudades británicas para exigir el cese del genocidio israelí en Gaza, a pesar de que el Ejecutivo del primer ministro, Rishi Sunak, ha sugerido que blandir una bandera palestina se podría considerar un delito.
En Estados Unidos también se realizó una concentración de protesta el jueves frente al complejo de oficinas de Northrop Grumman en San Diego, en el estado de California, para exigir el cese de la venta de armas a Israel; los indignados participantes alzaron pancartas que urgían “poner fin al genocidio de Gaza ahora”.
Los manifestantes y activistas plasmaron sus manos pintadas en rojo, simulando la sangre inocente derramada en Gaza, en las entradas del fabricante de armas, y escribieron una frase: “Infanticida”, en alusión al régimen israelí y sus aliados occidentales que tienen las manos manchadas de la sangre de 4506 niños palestinos asesinados en el último mes.
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