El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, afirmó el miércoles que “el ejército israelí hoy está cansado y agotado en todos los frentes, y el número de sus muertos es muy grande y mucho mayor de lo anunciado”.
Hasta el momento, el ejército israelí ha reconocido oficialmente alrededor de 590 bajas en sus filas desde el inicio de la guerra en Gaza, el 7 de octubre. De esta cifra, 248, han sido durante las operaciones terrestres en el enclave palestino.
“Después de cinco meses, el ejército Israelí tiene escasez de personal y quiere reclutar 14 500 oficiales y soldados e incluso quiere reclutar a los haredim (ultraortodoxos israelíes)”, señaló el dirigente libanés.
Nasralá abordó la insistencia del régimen de Tel Aviv de invadir el sur de Gaza, en concreto la ciudad de Rafah, donde 1,5 millones de personas han buscado refugio tras un desplazamiento masivo de otras zonas de Gaza por el peligro de los ataques israelíes.
Al respecto, se refirió también a unas declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de que si las fuerzas israelíes se abstienen de entrar en la ciudad de Rafah implicaría “perder la guerra”.
“Le decimos a Netanyahu que, incluso si van a la zona de Rafah, perderán la guerra y no podrán eliminar a HAMAS o a la Resistencia, a pesar de todas las masacres”, remarcó el líder de Hezbolá.
Uno de los signos de derrota del régimen sionista es que está negociando con HAMAS en el sexto mes de la guerra, afirmó Nasralá, resaltando que “HAMAS está negociando hoy en nombre de la resistencia y no desde una posición de debilidad y estableciendo condiciones”.
Recordó asimismo que todos los grupos de Resistencia de la región de Asia Occidental, como en El Líbano, Irak y Yemen, están cumpliendo con su deber de apoyar a sus compañeros combatientes de la Resistencia en Gaza, liderados por HAMAS.
Desde el comienzo de los ataques de Israel contra la Franja de Gaza, Hezbolá en apoyo a los palestinos ha golpeado las posiciones israelíes en el norte de las tierras ocupadas con el fin de obligar a las autoridades israelíes para poner un fin a sus atrocidades contra el asediado enclave costero.
Medios hebreos confirmaron el domingo que el régimen de Israel atravesó esa misma jornada uno de sus días más difíciles en el frente norte, con Hezbolá lanzando 70 misiles hacia las posiciones de los sionistas.
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