Tal y como informó el Canal 12 de la televisión israelí, el ministro de asuntos militares del régimen de Tel Aviv, Benny Gantz, anunció la semana pasada que había ofrecido en cuatro ocasiones en el último año asistencia al Ejército libanés, que sufre una escasez de suministros básicos; sin embargo, El Líbano ha rechazado estas ofertas.
“La Resistencia no permitiría que el enemigo sionista ingrese a El Líbano”, reaccionó el viernes el vicesecretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), sheij Naim Qasem, aseverando que los combatientes de la Resistencia harán frente a los problemas con sacrificios.
El sheij Qasem alertó que se está llevando a cabo una campaña organizada a nivel internacional, local y regional contra Hezbolá.
Mientras tanto, dijo que todo lo que hicieron política, económica y militarmente contra el movimiento libanés no tuvo éxito, sino que lo hizo más fuerte. De hecho, añadió, la popularidad de la Resistencia aumentará, porque está defendiendo el país y su futuro.
Las tensiones entre El Líbano e Israel no se limitan a la interferencia del régimen usurpador en los asuntos internos del país árabe. Entre otras cuestiones, el régimen de Tel Aviv y Beirut se disputan una zona de explotación marítima, potencialmente en reservas de gas.
Israel no deja a El Líbano perforar en busca de petróleo y gas en el campo gasífero de Karish, situada a 75 kilómetros de la ciudad fronteriza de Naqoura (sur de El Líbano) y a 5 kilómetros de las costas libanesas. Se estima que la zona en conflicto es rica en gas natural, en un momento en que El Líbano se encuentra en una crisis económica y energética.
Ante tal situación, el Gobierno libanés que ya había pedido ayuda a expertos internacionales para demarcar su frontera con los territorios ocupados por Israel, entregó una carta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que reiteró sus derechos a explotar los recursos naturales en la zona en disputa.
La cadena libanesa Al-Mayadeen reportó el viernes que la carta denuncia que “el campo gasífero de Karish todavía está en disputa y no pertenece al régimen sionista de ninguna manera”. “No renunciaremos a nuestros derechos marítimos ante Israel”, subraya Beirut.
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