Mientras, Estados Unidos alega que busca reducir la tensión en Asia Occidental, sus aviones y barcos de combate se están moviendo hacia esta región y áreas cercanas para fortalecer la defensa estadounidense en apoyo a Israel.
“Me he centrado en asegurarme de que estamos haciendo todo lo posible para poner en marcha medidas que protejan a nuestras tropas y también en asegurarnos de que estamos en una buena posición para ayudar a defender a Israel. Estamos disponibles a solicitud”, ha dicho este miércoles el secretario del Departamento de Defensa (el Pentágono) de Estados Unidos, Lloyd Austin, en una conferencia de prensa en Maryland.
Austin ha indicado que el Pentágono desplegará aviones de combate y buques de guerra de la Armada adicionales, y trasladará cruceros, destructores con capacidades de defensa contra misiles balísticos y otro escuadrón de cazas y aviones adicionales en Asia Occidental con el objetivo de reforzar las defensas en la región.
“Para mantener la presencia de un grupo de ataque de portaviones en Oriente Medio (Asia Occidental), he ordenado que el USS Abraham Lincoln sustituya al USS Theodore Roosevelt a finales de este mes”, declaró el titular del Pentágono.
El 2 de agosto, el diario The Washington Post informó que el portaviones USS Theodore Roosevelt y al menos otros cinco buques de guerra se habían desplazado del Golfo Pérsico hacia el golfo de Omán en los últimos dos días.
Además, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que Estados Unidos, junto con sus aliados, envió un mensaje directo a Israel e Irán para advertirles de que nadie debe seguir intensificando las tensiones en la región. Subrayó que Washington sigue trabajando intensamente para reducir las tensiones en la zona y evitar que el conflicto se agrave.
Entrentanto, Irán insiste en que el apoyo de Estados Unidos al genocidio que practica Israel en la Franja de Gaza podría desencadenar una gran crisis en toda la región.
El Gobierno de EE.UU., presidido por Biden, ha apoyado al régimen israelí desde el principio de la guerra contra Gaza, enviando varios lotes armas a los sionistas y vetando todas resoluciones del Consejo de Seguridad (CSNU) que pedían un alto el fuego en Gaza.
Estas declaraciones dicotómicas de altas autoridades estadounidenses se producen en momentos en que la convulsa región de Asia Occidental vive un pico de tensión por dos crímenes cometidos por el régimen sionista.
El 30 de julio, en un bombardeo israelí contra el sur de Beirut (capital de El Líbano), perdió la vida el alto comandante del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Fuad Shukr, y el 31 de julio, un atentado israelí mató al líder del buró político del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, en Teherán (capital de Irán).
Estos crímenes han generado condenas y amenazas de represalia por parte de Irán, Hezbolá y el Eje de Resistencia en general. En estos momentos, los ojos del mundo están atentos a la respuesta que dará Irán a Israel.
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