Texas ha enviado trescientos autobuses de inmigrantes a ciudades predominantemente dirigidas por demócratas en un intento para retar y desafiar las políticas fronterizas del presidente de EE.UU., Joe Biden.
Es más, oficinas del gobernador de la región, Greg Abbott, han contabilizado a más de 10,000 inmigrantes expulsados, mientras que expertos en leyes migratorias aseguran los más perjudicados son los indocumentados que solo cruzaron la frontera para pedir asilo político.
Los republicanos, siguen denunciando que Biden es irresponsable en el control fronterizo por ello apoyan las acciones racistas del gobernador texano, mientras que para los migrantes es más complicado llegar a un lugar donde no están protegidos, no conocen ni tampoco hablan el idioma.
Con la reelección del gobernador de Texas, Greg Abbott, organizaciones que defienden los derechos humanos de los indocumentados consideran que habrá más políticas anti inmigrantes para quienes solicitan asilo político en ese país.
Esto mientras que, se calcula que son ya cinco millones de personas que han cruzado ilegalmente a Estados Unidos desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, según un informe del departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Rosie Orbach, California
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