El portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), John Kirby, en una rueda de prensa ha informado este viernes que su país participará en un ejercicio militar, denominado “Neptune Strike 22”, junto a otros miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en el mar Mediterráneo, a celebrarse del 24 de enero al 4 de febrero.
De acuerdo con Kirby, en la referida maniobra, que tiene como objetivo probar un amplio rango de capacidades marítimas de los aliados de la OTAN, también participará el grupo de ataque del portaviones de propulsión nuclear “Harry S. Truman” de Estados Unidos.
Se trata de una actividad planificada desde 2020, ha apostillado, sin “anticipar” un movimiento de Rusia sobre Ucrania.
A su vez, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg en Twitter ha confirmado las declaraciones del vocero del Pentágono, mientras que ha añadido que esta maniobra es “una fuerte señal de la unidad transatlántica”.
La OTAN no sale de Bulgaria y Rumanía
En este contexto, el bloque militar occidental ha rechazado esta misma jornada las últimas reclamaciones hechas por el Gobierno de Rusia para que la Alianza Atlántica retire sus tropas de Bulgaria y Rumanía.
En el marco de sus propuestas garantías de seguridad, Rusia pide la firma de acuerdos para que la OTAN cese su proceso de expansión y retorne a la arquitectura de seguridad construida en Europa tras el fin de la Guerra Fría y la disolución de la extinta Unión Soviética.
La decisión de la OTAN de realizar juegos militares de tal calibre en el Mediterráneo, en estos momentos en que aumentan aceleradamente las tensiones con Rusia, que realizará sus propias maniobras marítimas en paralelo, podría ser la gota que colme el vaso.
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