En una rueda de prensa llevada a cabo el lunes, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que EE.UU. busca un “enfoque práctico y calibrado” ante Corea del Norte, que permita lograr “progresos tangibles” hacia una “completa desnuclearización” de la península coreana.
En este sentido, recordó que Washington “sigue preparado” para reunirse con funcionarios norcoreanos “sin condiciones previas”.
“En nuestros mensajes hemos realizado propuestas específicas de discusiones y esperamos que Corea del Norte responda positivamente”, precisó.
La semana pasada, el líder norcoreano, Kim Jong-un rechazó la propuesta de diálogo de Estados Unidos, considerándola “nada más que una fachada para enmascarar su decepción y sus actos hostiles, y una extensión de la política hostil de anteriores administraciones”.
El expresidente de EE.UU. Donald Trump (2017-2021) se reunió durante su mandato con el líder norcoreano en tres ocasiones entre el 2018 y el 2019 con la esperanza de convencer a Pyongyang de que permita el desarme de la península de Corea. No obstante, los diálogos fracasaron por la postura inflexible de Washington en las negociaciones, como evidencia su rechazo a la petición de Corea del Norte de levantar parte de las sanciones impuestas en su contra.
De hecho, desde que Joe Biden asumió la Presidencia de EE.UU. ha venido catalogando las pruebas de misiles lanzadas por Pyongyang como una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y advirtiéndole que Washington tiene la opción de una escalada.
Debido a tal situación, Corea del Norte rechaza cualquier diálogo o contacto diplomático con el Gobierno de Biden, mientras que Washington no retroceda en su “política hostil” hacia Payongyang, pues se trata de un “truco barato”.
Líder de Corea del Norte considera a EEUU como su “mayor enemigo”
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