El 11 de mayo, soldados estadounidenses de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) irrumpieron por error en una planta que fabrica maquinarias para el proceso de aceites en la región búlgara de Plovdiv.
El asalto tuvo lugar en el marco de la maniobra multinacional Swift Response 21, dirigida por el Ejército de EE.UU., que involucró a más de 7000 militares de 10 aliados de la OTAN.
Según los medios locales, siete militares armados con ametralladoras y fusiles automáticos saltaron la valla de la planta y entraron en el taller, lo que se muestra también en las imágenes de las cámaras de seguridad de la fábrica. Después de no encontrar combatientes “enemigos”, los estadounidenses se fueron.
Los trabajadores alertaron al propietario de lo sucedido, por lo que este se dirigió al campo militar de la OTAN para pedir explicaciones sobre las acciones de los soldados de EE.UU.
Los empleados comentaron a los medios que, al entrar los uniformados, les ordenaron sentarse. “¡Fue algo muy aterrador! Me asusté y ni siquiera durante media hora pude reaccionar. Empecé a temblar de miedo”, afirmó uno de los trabajadores.
En tal tesitura, la embajada de Estados Unidos en Sofía, capital búlgara, mediante un comunicado emitido el sábado, se disculpó por lo ocurrido en la planta civil. El “Ejército estadounidense se había tomado el entrenamiento en serio [...] Les disculpamos sinceramente al propietario y sus empleados”, expresó la sede diplomática.
El Ejército búlgaro está investigando actualmente por qué la información sobre la incursión estadounidense permaneció oculta al público durante casi dos semanas.
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