El portal Military.com informó el miércoles que el F-35B estaba llevando a cabo una misión de apoyo aéreo durante la noche del 12 de este mes de marzo en el complejo de entrenamiento de Yuma, cuando una munición de 25 milímetros explotó, al desprenderse del cañón del caza.
El accidente causó daños en el fuselaje del avión, aunque este aterrizó de manera segura. El incidente no causó ninguna lesión al personal, conforme al medio, pero fue etiquetado como Clase A, la clasificación más grave, que indica un daño de al menos 2,5 millones de dólares o la pérdida de una aeronave.
Según el portavoz del Cuerpo de Marines, el capitán Andrew Wood, actualmente está en marcha una investigación y todavía no está claro si el disparo se realizó deliberadamente.
El caza F-35B usa el cañón GAU-22 montado en una cápsula externa debajo del fuselaje del avión.
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