El presidente estadounidense, Donald Trump, anuló en 2017 el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) que les protegía a los “dreamers” —un grupo de 700 000 jóvenes llegados al país sin papeles junto a sus padres cuando eran niños— principalmente oriundos de América Latina.
No obstante, la Corte Suprema de EE.UU. bloqueó a mediados del pasado junio la decisión de Trump de terminar la protección para los ‘dreamers’ y amparó a estos jóvenes migrantes sin papeles.
Debido a tal situación, un tribunal federal de Maryland (este de EE.UU.) determinó el viernes que la rescisión del programa de protección para los “dreamers” quedó revocada y que debe restaurarse la política seguida antes de la cancelación del programa.
El llamamiento del tribunal estadounidense se hace mientras varias organizaciones sociales, agrupadas bajo la plataforma Home is Here (Nuestro hogar está aquí) han denunciado que, pasadas tres semanas de la decisión de la Corte Suprema, la Administración Trump todavía no ha emitido una directiva sobre cómo iba a cumplir con la decisión judicial.
Las oenegés se refirieron específicamente a la apertura de las solicitudes de protección del programa DACA —adoptado por el expresidente Barack Obama en 2012— para jóvenes que nunca hubieran hecho el trámite.
Por su parte, el Servicio de Ciudadanía y de Inmigración de EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés) ha declarado a la agencia francesa de noticias AFP que las peticiones iniciales que fueron rechazadas después de la decisión de la Corte Suprema se debieron a que “estaban incompletas”.
Trump, ferviente partidario de la mano dura contra la migración, ha sido muy criticado dentro y fuera del país por su política de “tolerancia cero” frente a la inmigración irregular, que ha conducido a la separación de las familias sin papeles en la frontera con México.
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