Los líderes de los siete países – Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido– mantuvieron el jueves una videoconferencia organizada por EE.UU., en la que fue discutida una respuesta coordinada a la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, que ha dejado más de 143 000 muertos y dos millones de contagiados a nivel global.
Trump aseguró estar enfadado por la situación, al explicar que ninguno fue avisado con antelación sobre el virus y acusó de nuevo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de inacción ante la pandemia.
“Estoy enfadado, porque deberían habérnoslo dicho. Nos lo deberían haber contado antes (...) La gente sabía que estaba sucediendo y no querían hablar de eso. No sé por qué, pero vamos a llegar al fondo”, reclamó el mandatario estadounidense en una rueda prensa, citado por la cadena estadounidense CNN.
Entre tanto, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, dijo a la prensa que las Naciones Unidas y la OMS son la “columna vertebral” de la actual lucha contra la epidemia, por lo que rechazó cuestionar ahora el funcionamiento e importancia de la organización de salud y por el contrario, subrayó la importancia de fortalecer a la agencia, incluso con más fondos.
En este sentido, condenó la decisión de EE.UU. de suspender sus aportes a la OMS, advirtiendo que la medida era como “aventar al piloto fuera del avión en medio vuelo”.
Trump anunció el pasado martes que congelaría los fondos destinados por Estados Unidos a la OMS, bajo el pretexto de que la pandemia pudo haberse contenido en la fuente y que pudieron salvarse vidas si la agencia de salud de la ONU hubiera hecho un mejor trabajo en investigar los primeros reportes provenientes de China.
La decisión de EE.UU. recibió una ola de críticas tanto a nivel nacional como internacional, al explicar que reducir el financiamiento a la OMS en plena pandemia no tenía sentido y que habrá mucho tiempo después de que el virus se haya vencido para revisar sus acciones. Por su parte, la OMS dijo que continuará con su trabajo sin importar cualquier medida tomada por Estados Unidos.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, a su vez, expresó su apoyo a la organización de salud, luego de destacar la “necesidad” de emprender una respuesta internacional “ambiciosa y coordinada” contra el coronavirus.
Mientras se propaga el coronavirus en todo el mundo, la crisis sanitaria ha desatado una caída en la economía de EE.UU. y en los países europeos, así que los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales de los Estados que conforman el G7 planificaron que la agrupación hará lo que sea necesario para apoyar a la economía en el marco de la pandemia.
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