Al menos 38 730 personas fallecieron por disparos, entre las que 14 970 fueron víctimas de homicidios, asesinatos, disparos intencionados y por uso defensivo, frente a las 14 789 de 2018, de acuerdo con los datos de la organización Gun Violence Archive (GVA), pubicados el jueves.
El grupo sin fines de lucro, que documenta los incidentes con armas de fuego en todo el país norteamericano, contabilizó en 23 760 los casos de suicidios con algún tipo de armamento.
Hasta Nochebuena, el 24 de diciembre, 762 adolescentes, de entre 12 y 17 años de edad, perdieron la vida y 2253 sufrieron lesiones. A esta cifra se suman 207 menores de 11 años fallecidos y 473 heridos por armas de fuego.
El GVA define como “tiroteo colectivo” los incidentes en los que al menos cuatro personas resultaron heridas y como “matanza” en los que hubo al menos cuatro muertos. En este sentido, confirmó que en 2019 se produjeron 409 tiroteos colectivos y 30 matanzas en el país norteamericano.
Ese tipo de incidentes ocasionan alrededor del 2 % de las muertes por armas de fuego, pero también hay víctimas mortales en disputas familiares, crímenes pasionales, peleas entre pandillas, asaltos y robos; y en accidentes con armas de fuego.
Las zonas con más muertes por armas de fuego fueron Luisiana, Misisipi, el norte de Florida, Alabama, Georgia y Carolina del Sur, seguidas por Carolina del Norte, Virginia, Virginia Occidental, Maryland, el Distrito de Columbia, Pensilvania, Delaware y Nueva York, según el informe de GVA.
En Estados Unidos, hay entre 200 millones y 350 millones de armas de fugo en manos de la ciudadanía, sin embargo, debido a la carencia de un censo nacional, documentación federal ni estudios de salud pública acerca de estas armas, las cifras calculadas son vagas.
La facilidad para adquirir casi cualquier tipo de arma de fuego y distintas leyes estatales que permiten su porte visible u oculto son las principales causas del elevado número de incidentes mortales.
Diferentes políticos y gran parte del pueblo estadounidense acusan al presidente estadounidense, Donald Trump, de negligencia por su apoyo al libre porte de armas en el país, lo que en última instancia favorece a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
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