Es otra señal de que los activistas de solidaridad con los palestinos están ganando espacio dentro de las instituciones convencionales, los universitarios dejaron el miércoles la sala cuando Dani Dayan comenzó a hablar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard en Nueva York sobre el proyecto de asentamientos israelíes.
Los estudiantes condenaron la expansión ilegal de los asentamientos israelíes en territorio palestino con carteles que decían: “Los asentamientos son un crimen de guerra”.
Uno de los estudiantes le gritó a Dayan, quien es un colono: “Los asentamientos son genocidios”, antes de salir.
Los asentamientos son genocidios”, dice uno de los estudiantes de la Universidad de Harvard que abandonó un discurso del cónsul general israelí.
100+ students at @Harvard_Law walk out on a talk hosting extremist settler leader, and current Consulate General of Israel in New York, Dani Dayon.
— Hamzah Raza (@raza_hamzah) November 13, 2019
Dayon was left to speak to an almost empty room. pic.twitter.com/ZHx6tGkxnZ
El cónsul israelí se vio obligado a hablar en una habitación casi vacía después de la protesta. Más de 100 estudiantes “de todo Harvard” se retiraron, informó el Comité de Solidaridad con Palestina en la mencionada facultad. Según los estudiantes, este evento es parte de un impulso creciente en el campus de Harvard para apoyar a Palestina.
Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e incluso la Unión Europea (UE) se han levantado voces que critican, en duros términos, la expansión de los asentamientos ilegales erigidos por el régimen israelí en Al-Quds (Jerusalén) y Cisjordania, así como las violaciones de los derechos humanos de los palestinos cometidas por el régimen de Tel Aviv.
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Palestina, por su parte, denuncia el “continuo e ilegal robo de tierras” por Israel y asevera que el conflicto israelí-palestino no terminará mientras los palestinos sean privados de una plena soberanía sobre las fronteras de 1967 con la ciudad de Al-Quds como capital.
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En estos momentos, más de 600 000 colonos israelíes viven en estos asentamientos, cuya construcción se ha acelerado en los últimos años, concretamente desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia estadounidense.
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