Y en cantos y rituales, el temor. Las comunidades de color sufren una vez más la opresión, la violencia.
Y es que bajo la Administración de Donald Trump, quien no es de raza blanca ya no es bienvenido, puntualizan algunos.
Asesinatos, violaciones, tortura y ahora también tráfico de personas. Tal es el saldo de la “Nueva política migratoria” de Trump. La mismísima doctrina que un día les arrebató sus tierras a los indígenas de este país; la misma doctrina que relega a los afroamericanos a ciudadanía de segunda clase, es hoy por hoy, la misma doctrina que se emplea en contra de los inmigrantes.
De modo que cuando la policía migratoria de Trump hizo desaparecer a 1500 niños, hijos de inmigrantes indocumentados, poco o nada se hace al respecto.
La actual Administración le ha dado capacidades casi omnipotentes a las agencias migratorias del país. Y esto representa no solo un retroceso en términos de la burocracia establecida, sino también, impunidad en la violación a los derechos humanos.
Marcelo Sánchez, Miami.
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