Cohen se reunió con el oligarca ruso Viktor Vekselberg, interrogado en la investigación de la trama rusa y sancionado recientemente por EE.UU., justo antes de que se produjera la toma de posesión de Trump, el 9 de enero de 2017, según un vídeo al que tuvieron acceso medios estadounidenses.
De acuerdo con el The New York Times, el encuentro en la Torre Trump de Manhatan estuvo seguido por la rúbrica de un contrato en términos de supuesta consultoría jurídica por valor de un millón de dólares entre Cohen y la firma del primo de Vekselberg, Andrew Intrater, quien también asistió a la cita.
Tanto Vekselberg como Intrater fueron interrogados por al Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) sobre sus vínculos con los pagos hechos a Cohen, así como por donaciones por valor de 300 000 dólares para el Comité Nacional Republicano, entre otros, señaló la CNN.
Intrater alegó que uno de los temas abordados en la reunión fue la necesidad de reforzar las relaciones entre EE.UU. y Rusia bajo el entonces incipiente Gobierno de Trump.
También relató que ambas partes habían acordado repetir el encuentro, el segundo de un total de tres, durante la propia toma de posesión del magnate y rechazó que Vekselberg tuviera alguna implicación en el contrato firmado con Cohen.
La cita se produjo después de que el hijo de Trump, Donald Trump Junior, se reuniera en el mismo lugar con una abogada rusa vinculada el Kremlin.
El fiscal especial para la llamada “trama rusa”, Robert Mueller, investiga la supuesta coordinación entre el Kremlin y la campaña del ahora mandatario en las elecciones de 2016.
Estados Unidos acusa a Rusia de interferir en sus elecciones presidenciales y alerta de que Moscú tiene intención de influir en los comicios legislativos. No obstante, el Gobierno ruso, presidido por Vladimir Putin, rechaza esas acusaciones encaminadas a desestabilizar su país.
Un informe secreto de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) reveló en diciembre de 2016 que Rusia había intervenido en las elecciones para aupar a Trump a la Presidencia.
Además, un documento elaborado por los Servicios de Inteligencia de EE.UU. (USIC, por sus siglas en inglés) evidencia la supuesta piratería rusa. El Kremlin, sin embargo, ha negado toda implicación en el asunto.
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