“Vemos el uso de los coleccionistas no tradicionales (chinos) en (...) todo el país, especialmente en el ámbito académico”, dijo Wray durante una audiencia del Comité de Inteligencia del Senado estadounidense.
A su vez, el senador republicano Marco Rubio explicó que campos como los de la ciencia y las matemáticas son los objetivos particulares de los espías chinos, calificados por Wray de “coleccionistas de inteligencia”.
Por todo ello, el director de FBI advirtió de que el espionaje de Pekín no es solo una amenaza para el Gobierno estadounidense, sino para el “conjunto de la sociedad” de EE.UU.
Vemos el uso de los coleccionistas no tradicionales (chinos) en (...) todo el país, especialmente en el ámbito académico”, advierte el director del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), Christopher Wray.
A juicio de las autoridades estadounidenses, China está recurriendo al espionaje para materializar su plan de influir en la opinión pública estadounidense y favorecer el poder chino.
Pekín, por su parte, ha acusado a Washington de actuar con “mentalidad de Guerra Fría” cada vez que se ha producido la detención de un presunto espía chino en EE.UU. y ha revelado varios casos de espionaje estadounidense en su contra.
En abril de 2017 China deportó a una mujer estadounidense acusada de espionaje: fue detenida en 2015 por el supuesto robo de secretos de Estado y transmitir información a terceros. En marzo del mismo año, una diplomática del Departamento de Estado de EE.UU., conocida como Candace Marie Claiborne, fue arrestada por colaborar durante 5 años con el espionaje chino a cambio de decenas de miles de dólares.
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