Al menos una treintena de militares tanto activos como retirados ha denunciado la continuidad del acoso y abuso sexual en la Fuerzas Armadas de Estados Unidos y la inacción de las autoridades para hacer frente a este fenómeno.
La protesta ha tenido lugar bajo el lema #MetooMilitary (yo también militar), una modificación del hashtag que las mujeres usan a nivel mundial para compartir sus experiencias e unir sus voces contra el abuso y acoso sexual.
Los manifestantes han portado pancartas en las que se podía leer “La negación no es una política”, “Paren las represalias” y “#MeTooMilitary”, mientras que otros han exigido al Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) afrontar ya este problema.
La violencia sexual en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se considera un grave problema, considerando que en los últimos cuatro años ha habido más de 20.000 denuncias de abuso sexual, cometido dentro de las instalaciones militares estadounidenses.
Esta cifra, sin embargo, no podría ser real, pues son muchos los casos que no se reportan a las autoridades, dado que muchas víctimas temen que sus denuncias provoquen represalias por parte del autor del crimen o personas cercanas a esta.
Según un estudio realizado por el Pentágono, seis de diez personas en las Fuerzas Armadas de EE.UU. que denuncia un acoso o abuso sexual son blanco de medidas de represalia y venganza, e incluso, algunas han sido obligadas a dejar el servicio militar y perder sus beneficios y carreras.
Últimamente Estados Unidos ha sido escenario de varios escándalos sexuales, que no solo se producen en el ámbito político, sino también en otras esferas, como en Hollywood.
Un informe asegura que la magnitud de los acosos sexuales en el país norteamericano es mucho mayor de lo que parece y señala que existen obstáculos para denunciarlos.
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