• El presidente de EE.UU., Donald Trump, recibe al ministro de Defensa saudí, Mohamad bin Salman, en la Casa Blanca, 14 de marzo de 2017.
Publicada: miércoles, 15 de marzo de 2017 9:34

El presidente de EE.UU., Donald Trump, recibe al ministro de Defensa saudí, Mohamad bin Salman, en un ‘punto de inflexión histórico’.

Ayer martes, el dignatario estadounidense recibió al segundo príncipe heredero saudí y titular de Defensa de ese país, Mohamed bin Salman, en su Despacho Oval con el fin de abordar los lazos bilaterales.

Mientras los dos titulares evitaron responder a las preguntas de periodistas, ya se sabe que la parte saudí ha pedido la ayuda del país norteamericano en lograr la diversificación de la economía, sin tener que depender del petróleo, a través de la promoción de Arabia Saudí como fuente de inversión.

La reunión de hoy (entre Donald Trump y el ministro de Defensa saudí, Mohamad bin Salman) restableció el camino en la dirección correcta y dio paso a la formación de un gran cambio en las relaciones entre ambos países en el ámbito político, militar, económico y de seguridad”, enfatiza un asesor del príncipe saudí.

“La reunión de hoy restableció el camino en la dirección correcta y dio paso a la formación de un gran cambio en las relaciones entre ambos países en el ámbito político, militar, económico y de seguridad”, enfatizó un asesor del príncipe saudí al respecto.

La solución de las crisis en Siria y Yemen ha sido otro punto de la agenda del primer encuentro del nuevo inquilino de la Casa Blanca con un alto titular saudí.

 

Durante la Administración del expresidente de EE.UU., Barack Obama, Riad veía en peligro el desarrollo y el futuro de las relaciones con Washington, sobre todo tras el logro del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) sobre el programa de energía nuclear iraní.

No obstante, con la llegada al poder del republicano Trump y su postura radical hacia Irán, el gran rival de Arabia Saudí en Oriente Medio, las autoridades saudíes han intentado hacer lo imposible para restaurar y estrechar relaciones con Washington y favorecer sus intereses antiraníes.

Los vínculos estadounidense-saudíes se vieron considerablemente afectado con la publicación de un informe de 28 páginas sobre el papel saudí en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, así como la ley que permite a las víctimas del incidente demandar a Arabia Saudí.

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