Así lo anunció el lunes Kaveh Zargaran, el director de la Comisión de Agricultura, Agua e Industrias Alimentarias de la Cámara de Comercio de Teherán, y precisó que las exportaciones de 236 toneladas de la especia más cara del mundo, conocida como “oro rojo”, mostraron que Irán está lejos de perder su posición dominante como productor, que generalmente representa alrededor del 90 % de la producción mundial de azafrán.
Zargaran también dijo que las ventas de azafrán durante el año fiscal 2017-2018 aumentaron un 55 % en comparación con el año anterior.
El azafrán de Irán se exporta a unos 20 países, pero aproximadamente el 77 % se envía a Hong Kong, España y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), “lo que demuestra que no hemos tenido éxito en ganar una mayor participación en el mercado mundial”, sostuvo.
“Los países como España, aunque son un importante importador de azafrán de nuestro país, se encuentran entre los mayores exportadores de este producto en el mundo”, agregó.
La posición de Irán como principal proveedor del “oro rojo” también está siendo socavada por negocios falsificados en virtud de los cuales el azafrán genuino del país es adulterado y revendido al mercado global, con Emiratos Árabes Unidos y España como los principales sospechosos.
“Nuestra falta de atención a las necesidades del mercado nos ha llevado a perder el mercado del azafrán envasado en países como España, y a pesar de nuestro primer rango en la producción y exportación de azafrán, las exportaciones a granel traen un menor valor agregado”, añadió.
El cultivo de azafrán tiene una historia de más de 3000 años en el país persa, donde la sustancia rojiza y aromática se utiliza para dar sabor a los alimentos y pasteles, con una mayor aplicación en medicina y cosméticos.
Los investigadores iraníes han producido extracto de azafrán para suprimir el cáncer, reducir la presión arterial y curar la depresión.
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