Alemania está terminando con mucha antelación su plan ideado en 2013. Dicho plan consiste en que el Deutsche Bundesbank —el banco central del país teutón— guarde la mitad de las reservas nacionales de oro en sus propias bóvedas, situadas en Fráncfort del Meno.
Alemania ha retirado cerca de 300 toneladas que se guardaban en Nueva York (EE.UU.) y aproximadamente 374 toneladas que tenían almacenadas en París (Francia).
Actualmente, el Bundesbank tiene en sus depósitos de Fráncfort del Meno al menos 1710 toneladas de oro, un 50,6 % del total de sus reservas del metal precioso —3378 toneladas—.
Según un informe publicado por el miércoles el organismo, Alemania aún sigue manteniendo sus reservas de oro en el extranjero. Principalmente, 1236 toneladas se encuentran amontonadas en el Banco de la Reserva Federal en Nueva York (EE.UU.) y 432 toneladas se hallan en el Banco de Inglaterra.
¿A qué se debe esta prisa?
De acuerdo con el diario ruso Pravda, Alemania no es el único país que solicitó retirar sus reservas de oro de EE.UU. Los Países Bajos y Austria siguieron su ejemplo.
El economista ruso Alexei Viyazovski considera que los países europeos repatrían estos recursos desde EE.UU. para estabilizar los factores negativos que actualmente están presentes en la economía mundial.
Según el analista, el oro cuenta con mayor liquidez en el mercado, lo que significa que puede venderse más rápido que otros activos sin pérdida significativa de valor.
No obstante, Viyazovski advirtió que, a pesar de su alta liquidez, el precio medio del oro puede bajar a raíz del aumento de la oferta en el mercado.
msm/ktg/tas