“Como municipalidad no tenemos la potestad de cancelar el partido, porque la decisión corresponde a la UEFA, a la Federación Italiana de Fútbol y al club Udinese, que ha cedido el estadio”, declaró el alcalde de Udine, Alberto Felice De Toni.
“Creo que en las condiciones actuales este partido es inadecuado y espero que al menos se aplace. Lamentablemente, dudo que en un mes y medio se logre un alto el fuego en Gaza”, agregó.
“Ante una tragedia sin precedentes, con tanto dolor y muerte de civiles como no se había visto en ochenta años, me parece que no deberían jugar”, concluyó.
La campaña ciudadana “Stop the Game” ha reunido más de 20 000 firmas exigiendo la suspensión del encuentro. Sus organizadores recordaron que a Rusia se le vetó por la guerra en Ucrania y afirmaron que permitir a Israel competir constituye “una violación flagrante de las leyes internacionales y una falta de respeto a la memoria de los centenares de deportistas palestinos asesinados”.
El pasado sábado, miles de manifestantes marcharon hasta las puertas del Festival de Cine de Venecia al grito de “¡Stop the genocide!”, denunciando la ofensiva israelí, que ha dejado más de 63 746 muertos, en su mayoría mujeres y niños palestinos, según cifras oficiales.
Gennaro Gattuso, seleccionador de Italia, afirmó que es “un hombre de paz” y desea que la paz reine en todo el mundo. “Ver la muerte de civiles y niños me parte el corazón. Pero nosotros tenemos otro trabajo y el fútbol es nuestro trabajo”, añadió.
En los últimos años, varios sindicatos y colectivos italianos habían solicitado la exclusión de Israel de competiciones deportivas y culturales. Ahora, ante el recrudecimiento de la guerra en Gaza y el incremento de víctimas civiles, se multiplican en Europa los llamados a suspender compromisos deportivos con el régimen de Israel.
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