Se trata de los drones suicidas y de ataque Shahed 131 y Ababil-5 que han sido entregados a dicha fuerza durante una ceremonia celebrada el martes, a la que asistieron los altos comandantes del CGRI y otras figuras militares de alto rango.
Estos avanzados aviones no tripulados fortalecerán las capacidades de vigilancia de la Fuerza Terrestre del CGRI y contribuirán a contrarrestar las amenazas presentadas por grupos terroristas.
Durante los ejercicios militares Payambar-e Azam 15 (El Gran Profeta 15), realizados en enero de 2021, la Fuerza Aeroespacial del CGRI publicó un vídeo que mostraba la operación exitosa de Shahed-131. Esta fue la primera presentación pública de la eficacia de este dron en escenarios de combate.
El dron Shahed-131 demostró su habilidad operativa durante el ejercicio Gran Profeta 17 al realizar ataques de precisión contra una instalación simulada que representaba la planta de energía nuclear israelí de Dimona.
El vehículo aéreo no tripulado, con dimensiones de 2,6 m de longitud y 2,2 m de anchura, destaca por sus singulares características de diseño. Con un peso de 135 kilogramos, tiene la capacidad de impactar objetivos en un radio de 900 kilómetros.
El dron de combate Ababil-5 se presentó por primera vez el 18 de abril de 2022 durante el Día del Ejército Nacional, y está fabricado por la Compañía Industrial de Fabricación de Aviones de Irán (HESA, por sus siglas en inglés), dependiente del Ministerio de Defensa de Irán.
Las alas más cortas permiten al Ababil-5 transportar una carga pesada de armas. La aeronave ha sido equipada con un tren de aterrizaje delantero retráctil para mejorar sus capacidades de vigilancia.
En los últimos años, expertos e ingenieros iraníes han logrado avances notables en la fabricación de una amplia gama de equipos militares.
El país persa se encuentra entre los cinco poderes del mundo capaces de fabricar drones y varios países occidentales y europeos han solicitado comprar vehículos aéreos no tripulados de Irán.
msm/rba
