Durante una conferencia de prensa en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores en La Habana, capital cubana, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, ha informado de que la misión estadounidense ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo circular un documento con enmiendas al proyecto de resolución que presentará Cuba a la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) el próximo 31 de octubre para reclamar el fin del bloqueo impuesto por Washington.
Según el diplomático, tales enmiendas —referidas a aspectos de derechos humanos y de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible— están llenas de sinsentidos y denotan una profunda ignorancia.
No obstante, ha apuntado que lo más relevante no es el contenido de las mismas, sino otro documento difundido con la intención de presionar a otros Estados miembros del organismo internacional para que modifiquen su postura hacia el proyecto de resolución contra el bloqueo, el cual, desde 1992, recibe el apoyo mayoritario de la AGNU.
Esta es una maniobra con fines propagandísticos (...) para manipular a la opinión pública”, indica el canciller cubano, Bruno Rodríguez, al denunciar los intentos de EE.UU. por justificar el bloqueo económico y financiero que aplica contra La Habana.
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— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) October 24, 2018
"Nos sentimos obligados a denunciar ante el mundo sobre una nueva maniobra del gobierno de los #EEUU" pic.twitter.com/OfpMt9CNjg
“Esta es una maniobra con fines propagandísticos (...) para manipular a la opinión pública”, ha indicado el canciller cubano, al tiempo que ha recordado que “con demasiada frecuencia el Gobierno de EE.UU. agrede a la ONU y dificulta la aplicación de sus mandatos”.
Rodríguez ha agregado, asimismo, que el texto señala como objetivo de las propuestas de enmiendas provocar cambios en la situación de los derechos humanos en Cuba, lo cual ha calificado de inaceptable. Al respecto, ha subrayado que el propio bloqueo es una violación masiva de los derechos humanos de los cubanos y lo ha tildado de acto de genocidio.
De acuerdo con el canciller cubano, desde Washington se utiliza un lenguaje cada vez más hostil, se emprenden acciones contra Cuba y se mantiene un compromiso con sectores minoritarios anclados a la ultraderecha y las mafias anticubanas de Miami (Florida, sureste de EE.UU.).
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