En la jornada del martes, las autoridades de Noruega, Cuba, Chile y Venezuela, las naciones que ayudan a que el proceso de paz sea un éxito, han hecho un llamamiento en el que han pedido a las autoridades de Colombia y los representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que adopten ciertas medidas para reducir urgentemente las hostilidades que azotan al territorio colombiano.
Instamos a las partes a restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimientos en Colombia, e intensificar las implementación de medidas de construcción de confianza”, dice el comunicado emitido por países garantes de negociaciones de paz en Colombia.
“Instamos a las partes a restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimientos en Colombia, e intensificar las implementación de medidas de construcción de confianza” reza el comunicado leído por el diplomático cubano Rodolfo Benítez.
Los representantes de la guerrilla colombiana, han recibido con beneplácito el llamado de las autoridades de La Habana, Caracas, Santiago y Oslo, quienes desde el inicio del proceso de paz de Colombia en 2012 apoyan a las partes en conflicto para que lleguen lo más pronto posible a un acuerdo integral.
"Agradecemos el llamamiento a las partes que en el día de hoy han hecho los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega, y los países acompañantes del mismo, Venezuela y Chile, al desescalamiento urgente del conflicto armado", dijo a la prensa el jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez.
Iván Márquez, asimismo, ha insistido con tesón en la importancia de cuidar los logros ya alcanzados en el proceso de las negociaciones para después reiterar que las FARC desean suscribir un pacto final con el Gobierno de Bogotá.
Colombia desde hace muchas décadas ha sido escenario de las actividades de diferentes grupos guerrilleros. Según las cifras oficiales, el conflicto armado en Colombia ha dejado un saldo de 220.000 muertos y seis millones de desplazados.

Después de muchos años de silencio de las autoridades colombianas, el Gobierno de Santos dio inicio en 2012 a las negociaciones entre Bogotá y las FARC. Hasta el momento, las partes han consensuado tres de los seis puntos de la agenda, además de un plan de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.
Sin embargo, diferentes puntos del territorio colombiano, diariamente son testigos de las agresiones que llevan a cabo los integrantes de las FARC. Ayer, los guerrilleros de las FARC atacaron un oleoducto en el departamento de Putumayo, suroeste de Colombia.
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