"La tecnología computacional moderna se está convirtiendo en una fuente de virus y no solo de aquellos que destruyen los sistemas operativos de muchas computadoras en el mundo, sino de que los que matan a personas", dijo el sábado el cofundador de Microsoft, Bill Gates, según el portal británico International Business Times.
De acuerdo con el informático estadounidense, la próxima epidemia podría originarse en la pantalla del ordenador de un terrorista en un intento de aprovechar la ingeniería genética para crear una versión sintética del virus de la viruela o una variedad supercontagiosa y mortal de la gripe.
La tecnología computacional moderna se está convirtiendo en una fuente de virus y no solo de aquellos que destruyen los sistemas operativos de muchas computadoras en el mundo, sino de que los que matan a personas", dijo el cofundador de Microsoft, Bill Gates
El bioterrorismo puede matar a más gente que una guerra nuclear, admitió. Los cálculos que citó ofrecen unas cifras exactas, que todavía no implican la extinción del ser humano: "Los epidemiólogos dicen que un patógeno con rápida propagación por aire puede matar a más de 30 millones de personas en menos de un año".
Ha sido sujeto a cálculos también el plazo de una posible epidemia artificial. Las mismas fuentes indicaron que "existe una probabilidad razonable de que el mundo experimente esta clase de brote en los próximos 10 a 15 años".
Gates que habló en la Conferencia de Seguridad celebrada en Múnich opinó que el vínculo entre la seguridad sanitaria y la seguridad internacional se encuentra infravalorado. Los gobiernos no prestan bastante atención a esta amenaza, se quejó. Mientras tanto, la ausencia de grandes pandemias en la reciente historia no permite descartar "los guiones del día del Juicio".
El magnate sugirió prepararse para las epidemias "como los militares se preparan para una guerra". Tal preparación incluiría crear un "arsenal de nuevas armas" médicas y realizar simulacros.
La Conferencia de Seguridad de Múnich, que este año se celebra del 17 al 20 de febrero, centra anualmente su atención en problemas de seguridad a nivel internacional y cuenta con la participación de importantes dignatarios de alto rango en política exterior y seguridad, activistas y representantes de la sociedad civil.
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