Esta espectacular serie de arrestos efectuada en septiembre de 2017 era un grosero montaje policial, según denuncia la propia Fiscalía chilena. Tras cuatro meses, canceló el proceso y abrió otro contra Carabineros por crear falsas evidencias e interceptaciones ilegales.
Acorralados, los Carabineros acusaron a la Fiscalía de amparar delitos e impidieron el allanamiento de uno de sus cuarteles.
El Gobierno, que en un comienzo alabó y propició las operaciones policiales, ahora se muestra distante y cauteloso. Por otra parte, los comuneros mapuche siempre denunciaron el montaje, como en casos anteriores.
Esta investigación y los casos de corrupción al interior de Carabineros ratifican a las voces que piden una intervención profunda a la institución. Además, la urgencia de reformar las leyes especiales que restringen las garantías democráticas.
Este caso revela la amplia autonomía con que gozan los Carabineros frente al poder político, desde el fin de la dictadura.
Leonel Retamal, Santiago.
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