Los migrantes, en su mayoría salvadoreños, caminaron unos tres kilómetros río arriba para cruzar hacia suelo mexicano. La policía federal y los agentes de migración, también, se desplegaron pero muchos ya habían cruzado.
Los migrantes se quedaron a descansar este viernes en el poblado de Metapa de Domínguez, y después por la madrugada del sábado siguieron su camino hacia Tapachula, en Chiapas.
Mientras tanto, miembros de la primera caravana, de mayoría hondureña, se dirigieron este viernes a Veracruz, tras un cambio de ruta. Inicialmente, las autoridades locales les ofrecieron transporte hasta la Ciudad de México, pero después lo pospusieron.
La caravana, que partió el 13 de octubre de Honduras, se dirige a Ciudad de México, donde sus integrantes pedirán al Gobierno documentos para poder transitar hasta la frontera con EE.UU.
El camino sigue pese a las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de movilizar hasta 15 000 efectivos a la frontera con México para impedir su paso.
Trump había dicho a los inmigrantes que soldados estadounidenses podrían disparar en la frontera con México, si éstos arrojaban piedras, pero después se retractó.
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