Recientemente, la tensión escaló entre Brasil e Israel ante la reticencia del régimen de permitir la apertura del cruce de Rafah (Egipto) para que pudieran salir los ciudadanos extranjeros atrapados en Gaza, entre los que figuraban 32 brasileños. Aun cuando estos intentaron escapar varias veces, finalmente lo lograron el martes.
“Traemos lo que pudimos liberar con mucho sacrificio, porque dependía de la buena voluntad de Israel, dependía del número de personas, porque no sabíamos. Todos los días [yo] llamaba por la mañana y por la tarde, llamaba al ministro israelí, llamaba al ministro egipcio, llamaba a nuestro embajador”, contó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva el martes.
Haciendo un análisis para el medio ruso Sputnik sobre una eventual ruptura de los nexos de Brasil con Israel, Roberto Santana, historiador y profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), afirma que esto no tendría mayores repercusiones para el gigante sudamericano.
“No hay ningún sector económico importante nuestro que se viera comprometido por una ruptura de relaciones con Israel. La mayor parte de lo que Brasil importa de Israel son equipos de represión y vigilancia (...), francamente, no creo que eso sea lo que Brasil necesita”, ha dicho.
El profesor de la UERJ señala también que Israel en el escenario político internacional es un paria. “Lo que Israel está haciendo a los palestinos es un crimen de genocidio, un crimen de limpieza étnica (...) Según el derecho internacional, es un estado paria. Vive fuera del derecho internacional, vive fuera de las convenciones internacionales”, denunció el catedrático.
El Brasil de Lula ha apostado por reintegrarse a la arena internacional y recuperar su prevalencia, por lo que, de acuerdo con Santana, el país latinoamericano apuesta por ser mediador del conflicto, tratando de hallar una solución viable para las partes involucradas en el conflicto.
No obstante, el analista considera que si Israel no da marcha atrás, masivas sanciones contra el ente sionista le harían reconsiderar su intransigencia.
Al menos 11 500 personas, incluidos 4710 niños, han muerto en los ataques y bombardeos del régimen israelí contra la asediada Franja de Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza ha informado este miércoles que los bombardeos israelíes también dejaron 29 800 heridos en el enclave costero desde el inicio de la guerra israelí contra el enclave costero el 7 de octubre.
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