“Argentina ofreció ayuda humanitaria a las ciudades afectadas por las lluvias en Bahía, a pesar del rechazo del Gobierno federal; me dirijo a todos los países del mundo: Bahía aceptará directamente, sin tener que pasar por la diplomacia brasileña, cualquier tipo de ayuda en este momento”, dijo el jueves el gobernador de Bahía, Rui Costa, en su cuenta de Twitter.
Argentina le brindó esta misma semana a Bahía, en el este de Brasil, el envío de un equipo de profesionales especializados en agua, logística y apoyo psicosocial a las víctimas. Además, la ayuda incluye la asistencia para construir tiendas de acogida temporales, coordinar la distribución de alimentos o potabilizar el agua.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil rechazó la ayuda humanitaria de Buenos Aires, asegurando que los recursos personales y económicos destinados para atender la situación en Bahía serían suficientes.
En esta misma línea, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, explicó el jueves en su cuenta de Twitter que “el fraterno ofrecimiento” argentino fue recibido cuando las Fuerzas Armadas junto con Defensa Civil de Brasil ya estaban prestando el mismo tipo de asistencia ofrecida por Argentina. “Por esa razón, la evaluación fue que la ayuda argentina no sería necesaria en aquel momento, pero podría ser accionada, oportunamente, en caso de un agravamiento de las condiciones”, agregó.
Todo esto ocurre mientras el mandatario brasileño es blanco de críticas, por su negativa a interrumpir sus vacaciones para visitar el miércoles las áreas afectadas por las inundaciones, pero sí tuvo tiempo este jueves para visitar un parque de atracciones.
Al respecto, el gobernador de Bahía, en una entrevista con el diario Folha de São Paulo, cargó el miércoles contra Bolsonaro. “El presidente durante toda su gestión demuestra desprecio por la vida humana [...] no demuestra ningún sentimiento hacia el dolor de los demás”, increpó.
Según la Superintendencia de Defensa y Protección Civil (Sudec) del Estado de Bahía, por lo menos 24 personas han perdido la vida tras las fuertes lluvias, al mismo tiempo que más de 90 000 personas han sido desplazadas por las inundaciones y alrededor de 630 000 personas han sido damnificadas en el mismo estado.
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